lunes, 7 de mayo de 2012

Por segunda ocasión la fiesta culinaria del destino se realiza haciendo énfasis en la cocina mexicana y sus recientes galardones

Fuente: Excélsior
Bedilia Brizuela






CIUDAD DE MÉXICO, 29 de abril.- El festival Morelia en Boca, estará basado en la proyección de los valores de la cocina michoacana, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Intangible de la Humanidad y su relación con las propuestas vitivinícolas nacionales e internacionales.

Así lo dieron a conocer sus organizadores durante las presentaciones alternas del festival tanto en el destino como en la Ciudad de México.

Legado de México al mundo

El encuentro se realizará en Morelia por segunda ocasión del 25 al 27 de mayo. Con el slogan “Unidos por una misma Tierra”, destacará el valor de los productores artesanales y los alimentos naturales obtenidos a partir de un respeto al medio ambiente y el campo.

Roberto Monroy, secretario de Turismo del estado de Michoacán, en compañía de algunos de los chefs invitados al próximo encuentro en Morelia, como Pedro Abascal, Enrique Farjeat y Joaquín Bonilla, destacaron la relevancia de Morelia como ciudad de festivales culturales proyectado en la gastronomía, uno de los ejes que han puesto a Michoacán en la mirada del mundo.

Por su parte, en la Casa del Lago de la Ciudad de México, el chef Alejandro Ruiz hizo un precedente de algunos de los platillos de Casa Oaxaca que se presentarán durante el festival.

El mandatario de la ciudad destacó también las facilidades que existen, tanto en vías de comunicación como en infraestructura turística, para visitar la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad y disfrutar su oferta para los viajeros, incluyendo la cocina tradicional.

Destacó que Morelia en Boca está concebido no sólo como un festival para especialistas, sino para el nuevo público interesado en reencontrar sus raíces y aprender las culturas del mundo a través de sus platillos, sus vinos y sus destilados.

Al final de la presentación, la cocinera michoacana Benedicta Alejo brindó una degustación de platillos tradicionales, destacando el inmenso tesoro que la culinaria representa como parte de un esquema social y familiar.